Expertos advierten que está en riesgo de perderse el patrimonio arquitectónico de Falcón

Falcón

“El problema de aquí es que es una declaratoria patrimonial que logró la comunidad en su momento, pero se ha personalizado su mantenimiento cuando no es algo solo de Falcón sino de todos los venezolanos”, dijo Ana María Reyes, luchadora social.

Coro. Pasearse por la zona Unesco del centro de la ciudad de Coro, estado Falcón, en el occidente de Venezuela, y caminar cerca de las majestuosas casas de barro con grandes patios y enormes ventanas que llenan de colorido y hermosura la vista del transeúnte, tiene un valor incalculable.

Pero conocer y adentrarse en la historia de las casas coloniales del siglo XVIII y XIX trasladan al ciudadano propio y a visitantes a las hazañas de la gesta independentista y al clima de moradores hambrientos de justicia, libertad e igualdad que con el grito de la Guerra Federal caracteriza esta localidad venezolana.

Esta sensación se confronta con la deprimente realidad de casas caídas, derrumbadas, vendidas o abandonadas por los sucesores de sus dueños ya difuntos, en calles desoladas de este centro colonial, además de las intervenciones inadecuadas que violan el compromiso de preservar la originalidad del monumento que lleva directo a la posibilidad de perder la distinción de Patrimonio Mundial dada desde 1993, en virtud de los criterios culturales otorgados por la Unesco.

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El centro colonial de Coro luce calles desoladas. Foto: Cortesía Jhonattam Petit G.

La Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural (1972) establece: “El deterioro o la desaparición de un bien del patrimonio cultural y natural constituye un empobrecimiento nefasto del patrimonio de todos los pueblos del mundo”. Sin embargo, siguen existiendo los desequilibrios en el reconocimiento, la interpretación y, en última instancia, en la conservación de manifestaciones culturales.

Negligencia pública y comercios árabes invaden la zona colonial de Coro y La Vela

Lo histórico y tradicional en Coro y La Vela atraviesan un intenso conflicto con la modernidad que intenta desplazar la ejemplaridad de un acervo histórico único en el mundo, en el cual hasta hace poco se conservaba la traza original que llevó a la Unesco a declararlo Monumento Histórico y Cultural de la Humanidad.

Han sido demasiados años, 16 en total, de llamados de atención del órgano internacional en los que exige al Estado venezolano acatar las recomendaciones que le permitan salir de la lista de patrimonio en peligro, a la cual ingresó en 2005, una vez declarada la emergencia en la zona, debido a la pérdida de 144 inmuebles por las lluvias registradas entre 2004 y 2005 en la entidad occidental, ubicada a 450,3 kilómetros de Caracas.

Para 1993 Coro presentaba 1554 edificaciones, de acuerdo con lo que registraron especialistas en el “Plan integral para la conservación y desarrollo de Coro, La Vela y sus áreas de influencia” (Plincode), de las cuales 48 % responden a características tradicionales. Esto es, 746 casas y casonas.

Las restantes 808 fueron catalogadas como contemporáneas. Para 1993, cuando la Unesco hizo la declaratoria, 192 casas presentaban franco deterioro o deterioro irreversible, y quedaban en pie solo 410 casas tradicionales.

La presencia de locales comerciales propiedad de la comunidad árabe en la ciudad de Coro ha ido ganando espacios en las últimas décadas, sobre todo en las zonas centro-oeste y sur de Coro, donde las casas patrimoniales de uso residencial han sido sustituidas por locales para uso comercial, como bodegones y ventas de línea blanca y marrón, con permisologías municipales privilegiadas que suprimen la identidad colonial.

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Las casas de uso residencial han sido sustituidas por locales comerciales. Foto: Cortesía Jhonattam Petit G.

Expertos e historiadores como Luis Dovale, que además es catedrático de la carrera de Conservación y Restauración del País y exrector de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (Unefm), han señalado la venta de los ejidos del municipio Miranda, Coro, a culturas extranjeras como la árabe, entre ellas, las comunidades palestina y siria, que ocupan gran parte de la zona céntrica desde la calle Garcés, Buchivacoa y Churuguara, zona de amortiguación Unesco (zona protegida), conocida como el Mercado Viejo de Coro.

Esto lo confirma Guadalupe Medina, que reside en la calle Buchivacoa del Mercado Viejo.

Si vas al Mercado Viejo no verás las casas tradicionales, porque los árabes las compraron y la alcaldía no ha dicho nada. Eso es un negocio”, concluye.

La situación del acervo patrimonial arquitectónico de Coro y La Vela está por “pasar de rojo a negro”, según expresiones del restaurador y conservador patrimonial y de cultura sefardí Antonio Molina, que menciona la grave situación que presenta la zona Unesco en Falcón debido a las malas intervenciones que se registran actualmente.

Bajo esta misma perspectiva Ana María Reyes, una de las propulsoras de la declaratoria de patrimonio en la entidad, afirma a Crónica.Uno que existe la probabilidad de perder la distinción mundial. “Estamos a punto de perder el patrimonio”, sentenció.

Expertos ignorados por el gobierno

Sectores de defensa patrimonial desde hace unos meses mantienen el envío de comunicaciones y misivas a los entes nacionales para que se mantenga el cuidado del patrimonio.

“No nos han quitado el patrimonio porque aún hay gente que lucha por él”, confiesa la cultora Ana Reyes, que hace dos años perdió parte de su inmueble colonial ubicado en La Vela debido a un incendio provocado por las fluctuaciones eléctricas en la zona.

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Las construcciones de bloque y cemento sin respetar la tradición se han hecho comunes. Foto: Cortesía Jhonattam Petit G.

La luchadora social indicó que no sabe si los trabajos de restauración de la zona Unesco están bien hechos, y lo peor de todo es que no consultan a las personas expertas, aseguró. Considera que el gobierno gira en torno al impulso económico e ignora la importancia histórica, turística y antropológica de la ciudad.

Rosalina Acosta, de la Fundación La Zaranda y presidente del centro histórico y cultural Don Cheche Acosta Fuguet, comentó que el patrimonio arquitectónico y el patrimonio intangible están en peligro.

A pesar de las recomendaciones dadas por la Unesco y los llamados de atención para atender la gravedad de la arquitectura que no está totalmente rescatada sino intervenida, estamos pendiendo de un hilo por la ignorancia. Nunca fuimos preparados. Ni la comunidad ni las instituciones gubernamentales han entendido qué es patrimonio”, subrayó Acosta.

Por su parte, el exalcalde de La Vela, en el municipio Colina, Ángel Villegas, aseguró que los derechos ambientales, paisajísticos y arquitectónicos del mundo “son conculcados” con actos ilícitos, públicos y notorios.

“El patrimonio de La Vela ya no está en peligro, está liquidado”, declaró al denunciar la construcción de una casa de cemento y bloque en plena zona Unesco en el Puerto Real de La Vela.

Igualmente, señaló la corrupción como el principal elemento que ha contribuido al descalabro patrimonial de Falcón: “El despilfarro y la corrupción en dos décadas han traído consecuencias devastadoras que hoy están a la vista de los órganos internacionales”.

Agregó que las autoridades en el estado Falcón tienen ante el mundo la obligación de preservar y defender el patrimonio.

No se pueden dejar obnubilar por entramados insólitos que agreden la arquitectura de las zonas patrimoniales del mundo”, refirió Villegas.

Los especialistas califican las recientes acciones gubernamentales para la restauración del bien patrimonial “como intervención” al detallarse, por ejemplo, lámparas de metal y bombillos led que están sustituyendo en la función de alumbrado los faroles de la Colonia que están instalados discretamente en la zona. El cronista Arcadio González dejó claro que en 1909 se instalaron 200 faroles para alumbrar la icónica ciudad.

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Lámparas de metal y bombillos led están sustituyendo los antiguos faroles. Foto: Cortesía Jhonattam Petit G.

Las fuentes consultadas desconocen si las técnicas usadas fueron aplicadas respetando la originalidad del inmueble y espacios públicos como lo establecen las directrices de la Unesco. El alcalde de la ciudad, Pablo Acosta, desconoce si han convocado a la comunidad de Pantano Abajo, Arriba y Centro, así como a artesanos de la ciudad, catedráticos e historiadores que verifiquen el uso correcto de las técnicas. Pero la primera autoridad ejecutiva del estado, en cadena regional, juró que en su gobierno la zona Unesco no se perdería.

Corianos exigen información sobre los recursos aprobados anteriormente

Pablo Morales es maestro jubilado, vive desde hace 50 años en el primer barrio de la ciudad, llamado Pantano Abajo, poblado 10 años después de la fundación de Coro en 1527. Morales recordó que las aguas del mar Caribe golpeaban las orillas de lo que es hoy la zona colonial. Con tristeza afirmó que en la actualidad el chavismo intenta modificar la historia según sus intereses ideológicos.

“El cemento se ha apoderado del patrimonio y ha sustituido el barro y el bahareque. El dinero que envía la Unesco no se ve en la restauración de las casas, cada evento cultural consiste en rendirle culto al chavismo suprimiendo los verdaderos cultores, artistas e ilustres hombres y mujeres de nuestra ciudad”, manifestó.

Eleisa Borregales, residente de la ciudad, reflexionó sobre la gran cantidad de inmuebles perdidos y la incapacidad económica, por la debacle en el poder adquisitivo de la población, de los dueños que aún están en ellos para mantenerlos.

Ni en redes sociales, ni en portales web de la entidad, ni en entrevistas a las autoridades patrimoniales, como Inti Clark, director del Instituto de Cultura del estado Falcón, se ha podido detallar la inversión, la cantidad de casas restauradas ni lo que debe seguir.

Extraoficialmente, se conoció que 200 inmuebles serían atendidos. Sin embargo, Alberto Tello, presidente de la Comisión bicentenario de la gesta de liberación de la provincia de Coro, informó en cadena regional que se había atendido 80 % del patrimonio arquitectónico. Las estadísticas simples dan cuenta de 48,7 % de los inmuebles. Mas la opacidad informativa no ha permitido sincerar las cifras.

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La restauración incluía la iglesia San Nicolás de Bari. Foto: Cortesía Jhonattam Petit G.
Muchos recursos, pocos resultados

A continuación, un breve resumen de los recursos destinados no solo por la Unesco, sino por el Estado venezolano durante los 16 años en que ha estado en la lista de patrimonios en peligro para hacer frente no solo a la emergencia de 2004 y 2005, sino también a las lluvias de 2010, las cuales continuaron haciendo estragos en la infraestructura colonial.

En seis años, más de 913 millardos de bolívares fueron manejados por la administración regional, todos en manos de los llamados gobernadores bolivarianos. En 2011, el entonces presidente Hugo Chávez asignó, al menos, 167 millones de bolívares como parte de un proyecto presentado para la rehabilitación de las áreas declaradas patrimonio y las de resguardo no solo de Coro sino de La Vela.

Así, progresivamente, se han ido desembolsando recursos. En 2012 el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC) manejó seis millardos de bolívares (6.000.000.000), de una inversión aproximada de quinientos millardos de bolívares (500.000.000.000), para reparar más de 400 casas. Durante la celebración de los 487 años de Coro, en julio del 2014, se contaba con Bs. 6.012.744,94 para realizar reparaciones en los municipios Miranda y Colina. También durante esta fecha el presidente Nicolás Maduro indicaba la aprobación de Bs. 398.604.037.

Estos recursos involucrarían las mejoras de la casa Marzal, rehabilitación y restauración del edificio Santa Ana, iglesia San Nicolás de Bari, rehabilitación de 60 casas de la zona de resguardo de Coro y La Vela.

Para julio de 2016, la gobernadora Stella Lugo presentó en la cuadragésima convención de Patrimonio Mundial, celebrada en Turquía, un informe sobre el estado de la zona patrimonial Coro-La Vela. Dijo, en esa oportunidad, que se habían alcanzado nueve de los 11 criterios de la Unesco para salir de la lista de patrimonio en peligro en el año 2017. Quedó pendiente el plan de drenaje y el plan de manejo.

La actuación del gobierno regional en la convención de Turquía generó, además, más recursos para el patrimonio falconiano, esta vez sería del Fondo Nacional de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA), por un monto de Bs. 348.000.000 asignados para la dinamización de algunos espacios: restaurantes, cafés, tarimas culturales, conchas artísticas. El monto se convirtió en uno de los financiamientos más grandes que ha otorgado la ONA en el territorio nacional.

Comisión Unesco

Una nueva sesión de la Unesco-Icomos está planteada para junio de 2021, se espera que en días sucesivos llegue una misión a la región para conocer los avances de las recomendaciones dejadas desde 2003 y reiteradas en cada visita.

Entre ellas, destaca que el patrimonio de Coro y La Vela debe ser manejado en conjunto, realizar un inventario para la elaboración de planes, emprender una formación continua de entrenamiento técnico y documentación acerca de las formas adecuadas de restauración, atender el problema generado por las aguas de lluvia y residuales con un sistema de drenaje.

De esta visita, dijo Ana María Reyes, dependerá una decisión sobre la situación de Venezuela como Estado parte de la Unesco, pero todo está en manos del Estado venezolano: “Porque se ha creído que esto es un problema de los falconianos, ¡pues no! es de toda Venezuela”.

Por ello, aseguró que la administración de Nicolás Maduro y la Asamblea Nacional electa el 6 de diciembre del 2020 pueden frenar una posible decisión adversa para el país y para la moral de los corianos.

Luis Camacho vive en una casa patrimonial en el sector Pantano Abajo de Coro, considera que las recientes intervenciones ya le arrebataron la declaratoria al país.

Hacen las reparaciones y la abandonan. Ahora intentan rescatar lo que perdimos porque de seguro nos quitan la declaratoria, como nos quitaron ser la primera capital de Venezuela”, sentenció.

Ana María Reyes agregó: “Si Varsovia logró reconstruir su patrimonio perdido durante la guerra en 1920, nosotros también podemos reconstruir el nuestro”.

Con ello, aseguró Reyes, se detendrá la posibilidad de que retiren la declaratoria de Patrimonio a Coro, con el hecho de que se decrete la reconstrucción del patrimonio. Para esto se crearían las comisiones multidisciplinarias y se convocaría a la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda y la Universidad Central de Venezuela para llevar adelante el proyecto, así comoel planteamiento del cronograma de edificaciones, la inversión y de dónde provendrían los recursos.

A decir de los especialistas, el testigo pasa a manos de Nicolás Maduro.


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