La maquinaria de la empresa está dañada, los montacargas y moldeadoras están parados, solo un horno está funcionando. En nueve años solo fabricaron 185.000 rines, cuando recibieron de materia prima 19.000 de toneladas de aluminio, cantidad que alcanzaba para producir 1.600.000 rines. Los trabajadores no cuentan con servicio médico ni de comedor, también fueron despojados de la caja mensual de alimentos.
Valencia. Por lo menos 249 trabajadores de la empresa Rialca (estatizada por Hugo Chávez en 2007) llevan 17 meses sin trabajar. Solo acuden a la empresa a cumplir horario, porque desde agosto de 2018 paralizaron la producción por falta de aluminio primario para elaborar rines.
Juan Peña, secretario general del Sindicato del Poder Popular de Rialca, empresa ubicada en la Zona Industrial de Valencia, informó que en marzo de 2019 los trabajadores dejaron de pertenecer a la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), y pasaron a formar parte al sector automotriz. Rechazan que con esa transición dejaron de percibir una serie de beneficios que aliviaban sus bolsillos, entre ellos comedor y caja de alimentación mensual, y han visto desmejoras salariales y eliminación del servicio médico.
Asimismo, indicó que el salario mensual que devengan es de 400.000 bolívares, cantidad que se les hace insuficiente para sostener a sus grupos familiares. La planta producía 600 rines semanales.
Héctor Morillo, técnico de procesos y contralor social, se quejó de las precarias condiciones laborales, porque las máquinas se están dañando y no se les ha hecho el mantenimiento correctivo.
“No tenemos montacargas. Tenemos 27 moldeadoras y ninguna está operativa. Tenemos dos hornos para una capacidad de 30 toneladas, y uno está dañado y el otro está de ‘mírame y no me toques”, dijo Morillo.
Pidió la intervención de la Fiscalía y de la Contraloría General de la República para que investiguen todas las administraciones que se han encargado de Rialca desde 2010, pues no se explican que estén en una situación tan degradante cuando el Estado bajó recursos económicos y materia prima para que la empresa se mantuviera a flote.
“De 2010 a 2019 hubo una entrada de 19.000 toneladas de aluminio primario, y solo se utilizó 10 % para hacer rines. Lo demás se utilizó para hacer aleaciones y venderlo como materia prima a otras empresas. Esa no es la razón social de la empresa, la razón de nosotros es hacer rines. Somos conscientes de que las ensambladoras no están produciendo, y a quién le vamos a vender. Pero el Estado nos ha enviado la materia prima y los recursos han sido mal utilizados. Eso es un mal manejo del patrimonio público de la nación. En nueve años se hicieron 185.000 rines. Eso es inexplicable, cuando te dieron 19.000 toneladas, se pudieron haber hecho 1.600.000 rines”, sostuvo Morillo.
Insistió en que los trabajadores están viviendo en condiciones deplorables por falta de gerencia en la empresa: “Aquí los trabajadores vienen en cola, hasta sin comida, porque en sus neveras no tienen. No podemos cepillarnos los dientes porque no nos alcanza para comprar crema dental”.
Aseveró que actualmente la planta cuenta con 320 toneladas de aluminio con las que podrían arrancar, y que también cuentan con el personal para la producción: “Queremos recuperar el país, no queremos peleas políticas, queremos vivir bien”.
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