Autoridades regionales afirman haber atendido todos los casos de mordeduras de serpientes que han llegado a los centros de salud durante el primer trimestre del año 2022, aunque las innumerables solicitudes de suero antiofídico que abundan en las redes sociales, muestran un panorama diferente.
Barquisimeto. 154 casos de emponzoñamiento ofídico se han registrado en Lara, cifra indicada por las autoridades de la entidad y que aseguran que todos han sido atendidos en los centros de salud de la región. De este número, Adolfo Pereira, gobernador de Lara, detalló que 47 de estos casos han sido niños de entre 1 y 12 años de edad, provenientes de los municipios Torres, Morán y Urdaneta.
Lamentablemente, no todos los reportes han sido satisfactorios pues se conoce de varios fallecimientos por falta de suero antiofídico, como el caso de un joven que murió en el Hospital Pastor Oropeza de Carora, el pasado 13 de mayo.
Otro caso fue el de Yusbelis Olivares, de 39 años de edad, también oriunda del municipio Torres, que fue mordida por una serpiente cascabel en el pie derecho mientras caminaba por el patio de su casa.
La dama fue trasladada por sus familiares hasta el hospital doctor Pastor Oropeza de Carora, pero al no contar en este centro de salud con el antídoto, fue referida al Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto, en el que también le solicitaron el medicamento necesario para combatir el efecto del veneno.
Adolfo Pereira asegura inventario en Lara
Sin embargo, Pereira aseguró que existe suficiente inventario de suero antiofídico en la región, sobre todo cuando se acrecienta la época de invierno.
Nosotros tenemos dosis ¿Dónde está la especulación? que el familiar quiere que la persona se cure de una forma rápida. Cuando hay una mordedura de serpiente, primero hay que saber qué serpiente lo mordió, qué tipo de veneno y cuánto tiempo ha pasado”, señaló Pereira.
De acuerdo con Pereira, normalmente se suministran de 4 a 5 dosis de suero antiofídico, dependiendo de los detalles descritos por el médico tratante, y responsabilizó al ciudadano común de retrasar la atención inmediata que se requiere en este tipo de situación.
Normalmente las personas esperan un rato, aplican medicina casera, le echan chimó o alguna cosa mientras esperan que se sane, antes de llevarlo de salud. Cuando llega al hospital, entra con unas condiciones patológicas delicadas, y ahí es cuando viene la desesperación”, dijo.
Además, pidió precaución a los ciudadanos, sobre todo quienes viven frente a bucos, quebradas y zonas rurales, ya que debido a las lluvias, las serpientes se refugian en lugares cálidos.
Pereira sostuvo que el Gobierno regional tiene un stock que reponen apenas llegan al mínimo. Aseguró que cuando se acaba el suministro, compran las dosis para tener la dotación necesaria que se requiere para atender a la población larense.
Javier Cabrera, director regional de salud, informó a Crónica Uno que existe un control centralizado y mecanizado en el que habitualmente los directores de los centros asistenciales realizan la solicitud de suero antiofídico.
Cada vez que el director del centro de salud requiere, manda una ficha con la solicitud y se le envía (las dosis), o en algunos centros que son de abordaje habitual, se distribuye, caso los del municipio Torres, Urdaneta, Morán y Crespo”, dijo.
Agregó también que normalmente, en el Hospital Central Antonio María Pineda y en el Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga existe un mecanismo de vigilancia de 24 horas, que hace la distribución del suero antiofídico.
Vecinos preocupados por avistamiento de serpientes
Desde hace algunas semanas, los vecinos de los sectores Almariera, El Paraíso, El Recreo del municipio Palavecino, han expresado preocupación por la aparición de varias serpientes.
Aidmee Peña, habitante de la urbanización Villa Paraíso, afirma que por la parte posterior de este conjunto residencial pasa un colector de aguas negras y por las lluvias ha crecido muy rápido el monte y han salido algunas serpientes, incluso en los patios de las casas.
Si bien es cierto, que el mantenimiento interno corre por cuenta de los habitantes de la urbanización, la vía de acceso se encuentra completamente enmontada.
La única acera que tiene la avenida El Placer está invadida por el monte, no se puede caminar”, expresó.
Relata que esta urbanización no es la única en el lugar cubierta por la maleza, incluso una institución educativa en esa zona, y todos los alrededores se encuentran llenos de monte, motivo por el cual, proliferan las serpientes.
Dentro de esta urbanización reina la incertidumbre ya que aunque el Gobierno regional anunció la dotación de suero antiofídico, creen que es insuficiente y algunos llegan a pensar que es otra mentira de las autoridades.
Y en caso de que sea cierto, ¿por qué a uno le cuesta tanto conseguirlas? ¿Por qué tanta burocracia si es una emergencia?”, preguntó.
Zobeida Aponte, residente de la comunidad, señala que los vecinos han tenido que recurrir a la autogestión para desmalezar las zonas adyacentes a la quinta etapa de la urbanización El Recreo.
La calle principal que han tomado los residentes para realizar este trabajo, cuyos costos han asumido, es extensa, incluyendo el terreno de la casa comunal. Aseguran que han realizado el llamado a la alcaldía del municipio Palavecino y no han tenido respuestas.
Medicamento de alto costo
La situación en Venezuela hace que el poco acceso al suero antiofídico complique la salud de las víctimas de diferentes especies de serpientes, y el costo en farmacias privadas oscila entre los 100 y 300 dólares.
Funcionarios, que prefirieron no revelar su identidad por temor a represalias, afirmaron que es complicado obtener el antídoto, pues aunque llega a los centros hospitalarios, la cantidad no es suficiente para los casos que registran.
Entre 100, 150 o hasta 300 dólares se puede conseguir el suero antiofídico en las farmacias privadas y estos son costos que no cualquier ciudadano venezolano está en la posibilidad de tener”, dice revelaron a Crónica Uno.
Informaron además, que gran parte de los casos son de personas por mordidas de corales, mapanares y cascabeles.
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