Negocios en Táchira fijan precios en dólares como estrategia de venta y para combatir la hiperinflación

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Ya son pocos los comercios que aún conservan sus precios en bolívares y en pesos colombianos. La imposibilidad de mantener la inversión hace que los establecimientos prefieran publicar sus precios en dólares y manejar las tasas cambiarias del día. El economista Aldo Contreras advierte que la dolarización es irreversible.

San Cristóbal. Un fenómeno relativamente nuevo en el mercado tachirense es el marcaje de precios en dólares. Pese a que sí se hacía en pesos, dada la cercanía con Colombia, ahora es muy común ver que los precios estén marcados en la moneda estadounidense.

Ropa, alimentos, bienes y servicios ya ni siquiera se ven en pesos colombianos, sino en dólares, lo que a veces confunde a los compradores y es aprovechado por comerciantes para tasar a su antojo el cambio, bien sea en pesos o en bolívares. Esto causa molestia en los clientes, pues quien no tiene la moneda con la que marcan en los establecimientos, paga más si lo hace en otra moneda.

Uno va a una tienda en el Sambil y si una prenda vale tres dólares, el peso lo tasan a 3500 y el bolívar hasta 200.000 más. Entonces toca pagar con la moneda que es”, dijo Blas Merchán, comprador.

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La dolarización se ha extrapolado a los comercios de todo tipo. Foto: Ana Barrera.

Para el economista tachirense Aldo Contreras, esta situación ya se ha extrapolado a diversos establecimientos que van desde panaderías, cafeterías, restaurantes y ventas de bienes inmuebles que publican sus precios en divisa estadounidense.

“La Sundde en su Ley de Precios Justos no establece la prohibición. Estamos en una dolarización de facto con variaciones de este tipo de cambio al día, en el caso del dólar paralelo”, dijo.

Explica que tener los precios en bolívares desgasta a los trabajadores, quienes a diario deben hacer los remarcajes de precio ante la fluctuación de la divisa.

Hubo un tiempo en que un supermercado que tenía un personal que toda la noche remarcaba los precios, otros tomaban como opción poner en los pasillos un lector de código de barras para conocer el precio del producto”.

Ante esta situación, los comercios prefirieron poner los precios en divisas, además de la ventaja que representa desde el punto de vista de mercadeo que el costo de los productos es menor, que si se compra en bolívares.

Es más fácil para el cerebro digerir que un kilo de queso pueda costar un dólar a encontrarse ese kilo de queso en 2.500.500 bolívares. La dialéctica de pronunciar esa cantidad es complicada”, sentenció el economista.

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Otra ventaja de fijar precios en divisas para los comerciantes es que pueden elevar el volumen de ventas. Foto: Ana Barrera.

Explica que esto representa una serie de ventajas para los comercios, pues pueden elevar el volumen de ventas, además que la dolarización es una realidad que ha llegado para quedarse.

En números, Contreras asegura que más de 94 % de las transacciones en el estado se hacen en pesos colombianos y más de 80 % de todas las operaciones en el ámbito nacional son transadas en dólares, lo que hace que esta situación se haga más habitual a medida que pasa el tiempo.

Comentó que recientemente la Sundde anunció que los precios podían publicarse en divisa, siempre y cuando se usara el cambio establecido por el Banco Central de Venezuela.

“Hemos visto como en la entrada de los supermercados hay una especie de pizarra y se coloca el valor de tasa de cambio, tomando el oficial emitido por el BCV”.

Contreras ve que los vueltos se han convertido en un problema, ya que por lo general son mixtos, es decir se completan con bolívares o se dan en su totalidad en la moneda local. Advirtió que lo que sí quedó prohibido son los vales y notas de crédito.

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El economista Aldo Contreras opina que la dolarización que galopa en el país no se revierte ni con un cambio de gobierno. Foto: Ana Barrera.

Advierte que el principal beneficiario de la publicación de precios en moneda extranjera es el establecimiento que no invierte en nuevos avisos ni etiquetas. Lamenta que la pérdida del bolívar como moneda sea inminente e irreversible.

El bolívar no está cumpliendo las funciones del dinero, que es ser la reserva de valor, moneda de cuenta e intercambio, ya que no hay efectivo y es menos común que la gente quiera el bolívar”.

Asegura que ni un cambio de gobierno revierte la dolarización que ya galopa en el país.

El dólar desplazó hasta el peso colombiano en Táchira. Foto: Ana Barrera.

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