En la audiencia de presentación de joven, de 24 años de edad, denunció que fue víctima de tortura por parte de presuntos funcionarios de la DAET. Este lunes, 2 de octubre, Joel García, abogado del joven, fue recibido en la Defensoría del Pueblo.

Caracas. Han pasado 33 días desde la detención de John Kelvin Álvarez Peña, de 24 años de edad, estudiante de Antropología de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

En tan poco tiempo su salud se ha visto afectada por la torturas, que denunció el 4 de septiembre, durante la audiencia de presentación. 

Tras una revisión en el servicio forense de la Fiscalía, el 26 de septiembre, le diagnosticaron pérdida parcial de la visión en el ojo izquierdo, inflamación en el riñón izquierdo y una lesión muscular que va desde el glúteo derecho hasta la rodilla.

Joel García, abogado del estudiante, informó que este lunes, 2 de octubre, fueron recibidos en la Defensoría del Pueblo luego de más de tres semanas en espera.

El funcionario asignado al caso les indicó que iba a coordinar con el Ministerio Público para que se inicie investigación contra los funcionarios, presuntamente involucrados en actos de tortura en contra del joven. También les aseguraron que van a visitarlo en su sitio de reclusión, en la sede de la PNB en La Yaguara.

Esperemos que ellos cumplan con la Constitución, el Código Orgánico Procesal Penal y la Ley Contra la Tortura le faculta a ellos y que coordine con el Ministerio Público para iniciar investigaciones y establecer los responsables a esas violaciones a los derechos humanos.

El caso de John se encuentra en fase de investigación, de acuerdo con García. El Ministerio Público cuenta 45 días, desde el 4 de septiembre, para pronunciarse si lo acusa o no.

Foto: Instagram Jhon Álvarez

John Álvarez está por finalizar su carrera en Derecho en la Universidad Católica Santa Rosa (Ucsar). Es miembro de la Comisión de Usuarios del comedor de la UCV, también es percusionista inactivo del Sistema Nacional de Orquestas de Venezuela y fue secretario general de la Juventud de Bandera Roja, un partido político comunista, socialista y  marxista-leninista. 

Nueve claves de la detención de John Álvarez:
  1. Funcionarios, vestidos de civil, lo retuvieron el miércoles, 30 de agosto, en la avenida Bolívar, mientras hacía unas compras en su moto. Los efectivos lo apuntaron con un arma y lo obligaron a subirse a un vehículo Chery, modelo Orinoco blanco, sin placas, que estaba escoltado por más de 10 funcionarios, y le cubrieron el rostro. 
  2. Los efectivos le quitaron sus pertenencias, por lo que al principio pensó que se trataba de un secuestro. Hasta el momento sus cosas siguen desaparecidas. 
  3. Luego de varias horas, el estudiante fue trasladado hasta la sede de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), en Los Chaguaramos. Su familia estuvo más de 24 horas sin saber de su paradero. 
  4. Cinco días después de su detención, durante una audiencia de presentación ante el juez y el fiscal del Ministerio Público, el estudiante reveló que fue víctima de tortura por parte de funcionarios de la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas (DAET) de la PNB. Y denunció que recibió descargas eléctricas en los testículos, rodillas, piernas y en la espalda, y que lo golpearon con una tabla por las piernas, nalgas y espalda. 
  5. Su madre, Wendelin Peña, manifestó que su hijo no sufría de patologías previas antes de que fuera torturado. Mencionó que John tiene un solo testículo y que la última operación que tuvo en la zona genital fue hace dos años. 
  6. Al estudiante le imputaron los delitos de conspiración y asociación para delinquir, basado en informes anónimos de contrainteligencia. Y se le vincula con los seis sindicalistas que fueron condenados a 16 años de prisión. 
  7. Sus padres y abogados denunciaron ante la Defensoría del Pueblo y el Ministerio Público las torturas que sufrió John. Aún están a la espera de respuestas por parte de estas instancias. 
  8. El cuarto informe de la Misión Internacional de los Hechos sobre Venezuela de las Naciones Unidas, reveló que la DAET es la continuación de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), por su similitud en el modus operandi, estructura y organización. 
  9. La Misión también detalló que los casos de tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes investigados, dejan en evidencia una política de Estado destinada a “silenciar, desalentar y anular la oposición al Gobierno”

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