Paola Pineda, una madre trabajadora zuliana que es un palo de mujer

Día de la mujer

Ella junto a sus dos hijos conforman un equipo infalible de lucha y superación que jamás desmaya. Juntos venden postres en plazas y parques de la ciudad para salir adelante, siempre con una sonrisa y la fe puesta en Dios.

Maracaibo. La lucha que las mujeres han tenido a lo largo de la historia en el mundo para lograr respeto por sus derechos y calidad de vida sigue vigente. En Venezuela ser mujer es equivalente a belleza, lucha, fuerza y amor por los suyos. Ellas no temen levantar la voz y se acompañan en sus propias luchas.

De mujeres valientes está lleno el territorio nacional, pero las del occidente tienen doble artillería. Nunca están solas porque La Chinita las acompaña, se jactan del puente sobre el lago, se mantienen regias a pesar del calor que les tuesta la piel y se ríen de sus adversidades. Son luchadoras, emprendedoras y nada les da pena.

Paola Pineda es una muestra de esa mujer zuliana porque pese a tener el mundo en contra, sigue adelante convencida de que lo que sueña para sus hijos se hará realidad.

El pasado domingo 3 de marzo, un video reventó las redes sociales de Maracaibo, Paola, desde el Parque Vereda del Lago, aprovechó su TikTok para hacer lo que llama: un grito de auxilio. Reclamó empatía.

Migrar para aprender

La crisis económica acentuada en 2017, un divorcio y la necesidad de sacar adelante a sus hijos la empujó a emigrar a Barranquilla, Colombia. En Maracaibo las interminables colas por la escasez de alimentos y productos para ayudarse con sus postres la llevó a conseguir en otro país lo que aquí ya no había: estabilidad económica.

Fue duro, comencé vendiendo cotufas, lazos y cintillos. Caminaba toda la tarde por plazas, billares y parques para darle a mis hijos el sustento. Después vendía ponquecitos y así poco a poco fui creciendo”, comenta la madre de 34 años.

Caminaba por horas ofreciendo tortas, quesillos, marquesas, empanadas, hallacas y cuanta cosa le pidieran. Comenta que la nostalgia de los venezolanos radicados en ese país se fue asociando a las recetas de casa, porque en cada bocado estaba la mano de una madre venezolana y un hijo que añoraba su tierra.

Yo veía salir el sol de Barranquilla cada mañana vendiendo postres. No me daba pena ofrecer mis productos y siempre recibía una sonrisa y apoyo. No me puedo quejar de los colombianos, allá tengo mi otra familia”, cuenta conmovida

Al cabo de un tiempo ya tenía su clientela y su propia ruta en la que a diario podía vender hasta 150 de postres. Estudió marketing gracias a organizaciones y fundaciones que apoyaron su emprendimiento. La gran receptividad de los colombianos la convirtió en la representante de Venezuela en la feria gastronómica de Barranquilla con el plato navideño tradicional.

Día de la mujer
Paola Pineda estuvo cinco años en Colombia donde pudo crecer como emprendedora y ahora lo intenta en su tierra/Cortesía Paola Pineda

Aunque el negocio iba bien y trabajaba hasta 30 horas corridas, el aumento en el pago de los servicios, arriendo y la atención que demandaban sus hijos la hizo volver a Maracaibo cinco años después.

Volver a casa

Comenzó vendiendo porciones de torta por los grupos de WhatsApp de su condominio y en las tardes los ofrecía en las ventas de comida rápida en la zona sur de Maracaibo. Pero aunque al principio le fue bien, dos meses después las ventas bajaron y cayó en depresión.

“Llegar a hacer una vida desde cero en tu tierra no es fácil. Tuve un choque emocional porque la gente te ignora, no hay empatía, no te quieren escuchar”, explica.

Después de pasar varios días en cama llorando y gracias al aliento que sus amigos colombianos nunca dejaron de darle, retomó su emprendimiento y probó instalarse en el parque Vereda del Lago, se llevaba a sus hijos y mientras ellos jugaban ella vendía, pero el domingo pasado algo la hizo estallar.

“Llegué a la vereda a las 5:00 de la tarde porque a esa hora hay mayor movimiento, eran las 9:00 de la noche y solo había vendido dos postres. Mi hijo al ver mi desánimo, agarró la bandeja de tortas y se arrodilló frente a una cruz que hay en el parque, le pidió a Dios que vendiéramos todo, que no permitiera que camináramos tanto, eso me partió el alma”, dijo la mujer ahogada en llanto.

Como desahogo, tomó su teléfono y grabó un video que subió a TikTok en el que preguntó:” ¿Por qué nada más le compran a los que son virales? Miren, me voy completita a mi casa, a la gente que le llego ni siquiera me miran. ¿Dónde está la empatía en Maracaibo?”, reclamó.

Día de la Mujer
Paola sigue caminando por Maracaibo ofreciendo sus postres, sueña con tener una casa propia y un negocio/Cortesía Paola Pineda

Confiesa que aunque batalla todos los días con lo que implica comenzar de nuevo, estar en su tierra le ha dado paz emocional incluso, ahora sus hijos pueden hacer actividades extracátedra. “Me siento desahogada y más segura”, dice, pero levantar el negocio no ha sido fácil.

Actualmente Paola sigue caminando las calles de Maracaibo como la avenida Cecilio Acosta cargada de una gran variedad de dulces entre los que incluye postres para diabéticos y mascotas. Asegura que no se va a rendir. Ella y sus dos pequeños son un equipo y tienen sueños.

Quiero llegar a todos los paladares, que la gente pruebe mis postres y sepa lo sabrosos que son, que no les niego nada porque mis recetas no son comerciales, son la receta tradicional de la abuela. Mi idea no es ganar dinero y ya, sino ser reconocida por la calidad de mis productos”.

Un negocio propio y una casa para sus hijos es su mayor sueño, así que está dedicada a ahorrar cada dólar que pueda para lograr ese objetivo.

Un nuevo camino

Autodefinirse no le cuesta, no deja que las adversidades le roben la sonrisa y repite que todo lo hace por sus hijos. Dice que se siente una mujer bella y aunque dejó a un lado su vida sentimental por dedicarse a ser madre, no le pesa. Además, es un ejemplo para ellos de trabajo y lucha. “Quiero que el día que yo falte, mis hijos tengan herramientas para salir adelante”, dijo conmovida.

Gracias a ese video y a su talento, esta madre zuliana ha comenzado un nuevo camino. Ahora recibe más pedidos y apoyo de otras mujeres que se han solidarizado con ella. “Me alegra mucho que se identifiquen, que sean guerreras como yo, que no les de pena y que luchen”, comentó.

La fe y el amor por los suyos es lo que ha mantenido de pie a este palo de mujer que se ha dedicado a aprender, luchar y sonreír a pesar de las tormentas. Paola es una mujer zuliana que se siente bendecida y celebra el Día Internacional de la Mujer luchando, como lo hicieron sus antepasados, para hacer respetar el valor de su género.


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