La discriminación por orientación sexual, identidad y/o expresión de género es una barrera que enfrenta, día a día, parte de la población LGBTIQ+ al momento de intentar acceder a un puesto de trabajo o, incluso, permanecer en algún cargo. Emprender les permite independencia económica y espacios seguros para expresarse libremente con sus talentos y creaciones.

Caracas. Cuando Génesis* consiguió su primer trabajo como auxiliar en una red de farmacias privada sabía que el camino para sentirse bien allí sería difícil. Desde los 11 años tuvo que lidiar en su liceo y en su hogar con el reproche de otras personas por su expresión de género y, ocho años después, debía enfrentarse de nuevo al estigma.

En cinco de seis empresas en las que ha trabajado tuvo que lidiar con reproches y comentarios, tanto de superiores como de compañeros de trabajo, por su expresión de género. “No te ves femenina y eso puede ser un problema”, recuerda que le dijo la encargada de recursos humanos, poco tiempo antes de renunciar.

No me sentía cómoda conmigo misma. Yo no soy así, entendía que había normas de vestimenta en cuanto a uniformes, pero ¿por qué debía vestirme o expresar mi género como otras personas querían? Solo quería que respetaran mi identidad, mi forma de ser, exclama.

Iniciativas como la feria de emprendedores queer, organizada por la ONG País Plural, son espacios seguros en los que las personas LGBTIQ+ pueden vender y dar a conocer sus productos y servicios para impulsar sus ingresos. Foto: Manuel Díaz

En Venezuela el mercado laboral es, de por sí, precario y con malas remuneraciones. El salario promedio del sector comercio y servicios, por ejemplo, apenas supera los $142 y la falta de oportunidades ha empujado a millones de personas, alrededor de la mitad de la población, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), a emprender o ejercer sus oficios por cuenta propia. 

Génesis ha estado en ese debate desde que se insertó en el mercado laboral. 

Suelo estudiar bien el lugar donde voy a aplicar y, mientras consigo un ambiente en el que me sienta segura, vendo material POP con mi novia y diseño para redes sociales. No siempre va bien, por eso sigo buscando opciones, siempre que respeten mi expresión de género, dice.

Foto: Manuel Díaz

La discriminación por orientación sexual, identidad y/o expresión de género es una barrera que enfrenta, día a día, parte de la comunidad de personas gais, lesbianas, bisexuales, trans, intersexuales y queer (LGBTIQ+) al momento de intentar acceder a un puesto de trabajo o, incluso, permanecer en algún cargo.

Ante ello, y ante la insuficiencia de los salarios y las pocas oportunidades de empleo que hay por la crisis económica, hay quienes deciden emprender para generar sus propios ingresos en espacios seguros o, al menos, mientras se estabilizan y logran armar sus propios espacios seguros. 

Kallum, hombre trans de 22 años, emprende haciendo postres por encargo para fiestas, eventos u otras ocasiones especiales desde febrero, como una forma de tratar de generar ingresos mientras consigue un buen empleo o resuelve sus problemas con internet, pues también escribe, da tutorías de inglés y maneja redes sociales. 

Foto: Manuel Díaz

El joven espera poder formalizar, en el corto plazo, su emprendimiento. Por ahora, vende a través de redes sociales (@Kallumko) y en iniciativas como la feria de emprendedores queer, que hizo recientemente la ONG País Plural. Kallum ofrece brownies, pies de limón, marquesas y ponqués a domicilio.

Los trabajos a los que podría aplicar son limitados y no tienen muy buena remuneración (…) También que el ser llamado por mi nombre legal y tratado de mujer me cansa muchísimo, es un agotamiento mental el tener que actuar todos los días en un ambiente laboral que de por sí será estresante y con una paga que no vale la pena, pues peor, cuenta.

Kallum vivió un tiempo en España y volvió a Venezuela el año pasado. Al saber que aquí la comunidad trans es menos aceptada, decidió no revelar nada sobre su identidad fuera de los espacios seguros. Los testimonios de sus amistades, que han tenido trabas para conseguir empleo, también lo frenaron. 

Foto: Manuel Díaz

Por los momentos, sigo intentando impulsarme por mi cuenta, dice Kallum. La organización Equilibrium CenDE determinó, en encuestas recientes, que al menos 13 % de la población está en condición de desempleo y la tasa asciende hasta 16 % entre jóvenes de 18 a 24 años. 

De igual forma, Equilibrium determinó que, si bien cerca de 75 % de las personas encuestadas piensa que debe haber leyes que prohíban la discriminación contra personas LGBTIQ+, uno de cada tres consultados no estaría dispuesto a contratar personas trans, lo que reafirma el trato diferencial y estigmatizante hacia ese segmento de la comunidad.

Son varias las razones para que las personas LGBTIQ+ emprendan. Muchas lo hacen para independizarse, otras por sobrevivencia y otras por no encontrar opciones en el mercado formal. Foto: Manuel Díaz

Es importante darle cara a las personas trans y a las no binarias dentro de estas actividades porque a veces los documentos de las personas no van acorde a su identidad de género o su expresión de género. Eso le puede generar trabas a la hora de obtener o acceder a empleos formales, dice Oscar Villanueva, miembro de País Plural.

Iniciativas como la feria de emprendedores queer, señala Villanueva, buscan visibilizar las maneras en que las personas de la comunidad LGBTIQ+ se han rebuscado o se las han ingeniado para potenciar sus ingresos o tener algún ingreso, dependiendo de cada experiencia”.

Claudio Marcano, por ejemplo, es pintor, ceramista y está estudiando la licenciatura en Artes Plásticas. La artesanía es la única actividad que le genera ingresos, por lo que suele aprovechar espacios como la feria para hacer exposiciones individuales.

Foto: Manuel Díaz

Por su actividad, Claudio depende exclusivamente de sus niveles de ventas en un país que apenas está recuperándose de una contracción de ocho años. Para impulsar sus ventas, también ofrece sus piezas de cerámicas y pinturas en Café Arábica y dentro del Museo de Bellas Artes.

Oscar Villanueva asegura que iniciativas como las ferias de emprendedores sirven para generar movilidad del dinero de personas de la comunidad LGBTIQ+ dentro de la comunidad, así como de personas aliadas que quieren apoyar los emprendimientos y ver “el talento y creatividad de la comunidad”.

Foto: Manuel Díaz
Foto: Manuel Díaz
Foto: Manuel Díaz

*Esta persona pidió omitir su identidad por medidas de seguridad. 

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