Extrabajadores del Ejecutivo regional aseguraron que el bono de 800.000 bolívares anunciado el domingo pasado por Nicolás Maduro es insignificante ante la situación económica que atraviesa el país.
Barcelona. En silla de ruedas, con bastones y muletas llegó un grupo de maestros jubilados hasta la sede de la Gobernación del estado Anzoátegui para reclamar el pago de la primera quincena correspondiente al mes de noviembre, el cual lleva un retraso de 18 días.
Según su contratación colectiva, los docentes deberían recibir sus pagos los días 10 y 25 de cada mes, esto, afirman, ya no es así.
Aunque es un equipo moderno que le sirvió por varios años para impartir clases, hoy la silla de ruedas eléctrica de Iraida Hernández no luce como en sus primeros días. La docente afirma que si ya comer es una ardua tarea, mantener a tope su medio de traslado es casi imposible con el salario que devenga, y se complica más con los constantes retrasos en el pago a los que son sometidos.
“A mí me cayó la pava macha. Mi esposo está desempleado, mis hijos igual y la única entrada de dinero en mi casa es esta y la pensión, y mira, estamos pelando. Yo soy discapacitada desde mi primer año de vida por sufrir de poliomielitis, pero eso no fue impedimento para seguir adelante y ejercer la docencia. Siempre hemos tenido luchas reivindicativas, pero esto hoy es el colmo. No gozamos de primas; en mi condición no tengo ningún beneficio. Esto es peor que el esclavismo”, dice.
Para la docente, los grandes sacrificados en “la guerra” que mantienen el Consejo Legislativo estadal afecto al PSUV y el Ejecutivo regional son ellos.
“Aquí estamos desasistidos por todos lados. No nos dicen nada. Aquí le echan la culpa a la Onapre y en el Consejo Legislativo, al gobernador. Y quienes perdemos somos nosotros, porque ya van diez días y nada de pago. Cómo hacemos para comer”, señala.
No hay bono que alcance
Carlos Pérez es otro de los profesores jubilados que exigió a las puertas de la gobernación su salario. Define de forma coloquial la situación de sus colegas: “Parecemos una vela derretida del hambre que pasamos”.
“Este problema no es nuevo, ya tenemos seis meses en esta mamadera de gallo. Nos han violado todas las cláusulas contractuales, hemos acudido hasta la Inspectoría del Trabajo y nada de respuesta, estamos a la buena de Dios, porque los pagos de ese salario miserable que recibimos ahora los hacen cuando les da la gana”, añade.
El equipo de Crónica.Uno consultó a los maestros jubilados sobre el anuncio realizado el domingo pasado por Nicolás Maduro en el programa José Vicente Hoy del pago de un bono de 800.000 bolívares a los jubilados. La respuesta fue una típica frase del oriental: “Él cree que se la está comiendo”.
“Qué son 800.000 bolívares en este país? Nada. Eso no alcanza para nada, si una simple caja de pastillas para la tensión está en más de 100.000 bolívares. Lo que queremos son nuestros beneficios y homologación del salario”, indica.
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