Venezuela posee las mayores reservas de petróleo en el mundo, pero ni eso ha servido para mitigar la gran cantidad de huecos que entorpecen el tránsito en sus vías. Naguanagua no escapa de esa realidad.
Naguanagua. Zigzaguear en las carreteras de Naguanagua se ha vuelto habitual. Ningún chofer quiere que se le dañe el tren delantero de su vehículo y la razón son los huecos que entorpecen el libre tránsito.
De inmediato, la responsabilidad recae sobre la figura de mayor liderazgo. Se trata de Ana González (PSUV), alcaldesa de Naguanagua, quien es titular del cargo desde 2021. A diferencia de la gestión anterior de Gustavo Gutiérrez (PSUV) la información en referencia a trabajos de asfaltado ha sido menos opaca.
El municipio Naguanagua tiene 30 kilómetros de red vial principal y las secundarias son alrededor de 300 kilómetros, más el tramo de autopistas que son jurisdicción del Gobierno de Carabobo.
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En este sentido, el departamento de prensa de la Alcaldía de Naguanagua comunicó que durante el año 2023 se aplicaron más de 2000 toneladas de asfalto. Aunque no se especifica la cantidad, sí se mencionan las zonas beneficiadas: Vivienda Rural de Bárbula, avenida Valmore Rodríguez, calle 190 de Tarapío, Barrio Unión, La Cidra, La Cidra II, calle El Milagro y avenida Salvador Feo La Cruz.
Las cifras de Ana
En la lista no aparecen tres de las avenidas más importantes del municipio: Universidad, Valencia y Paseo Cabriales. Sin embargo, en un comunicado del 3 de junio de 2023, incluyen a la avenida Universidad.
Además, para los primeros cinco meses del año, la alcaldía colocó 1400 toneladas de asfalto, Por lo que en los siete meses restantes solo invirtieron poco más de 600 toneladas de asfalto.
En 2022, la cifra fue menor. La gestión de Ana González solo aplicó un poco más de 1200 toneladas de asfalto.
González afirmó que la mayoría de las solicitudes se canalizaron por la aplicación VenApp y por el programa 1×10 del Buen Gobierno.
Aunque 2000 toneladas de asfalto podría parecer mucho, el equipo de Crónica.Uno contactó al exalcalde de Naguanagua (su último alcalde opositor), Alejandro Feo La Cruz, quien explicó que durante su gestión existían dos sistemas para eliminar los huecos de la vía pública.
El primero eran las labores de mantenimiento ejecutadas por Fundanagua, con dos cuadrillas que aplicaban 12 toneladas diarias cada una.
Feo La Cruz explicó que trabajaban algo más de 200 días al año para unas 5000 toneladas anuales.
Así se tapaban los baches
La segunda modalidad eran las obras ejecutadas por la Dirección de Desarrollo Urbano. Estas eran planificadas en presupuesto de acuerdo a los levantamientos de los profesionales del área y a solicitudes de comunidades.
“Se destinaban unas 60.000 toneladas anuales que se ejecutaban en unos 200 días días hábiles a razón de 300 toneladas diarias. Se priorizaban vías principales, rutas de transporte público, anillos viales y entradas a las comunidades. Algunos trabajos se hicieron en concreto (cemento): todas las intersecciones de vía del casco histórico y la entrada a la Vivienda Rural de Bárbula, por ser zonas con problemas estructurales de drenajes y el asfalto tiende a desgastarse. Por otro lado se contaba con una cuadrilla permanente de mantenimiento y reparación de semáforos”.
Detalló que una tonelada de asfalto alcanza para una corrida de 6 metros cuadrados y 6 centímetros de espesor. Con base en esto, la alcaldesa González habría cubierto solo 12.000 metros cuadrados de asfalto.
Por la vía de la primera modalidad Ana González habría logrado menos del 50 % de asfaltado que Feo La Cruz. Mientras que por la segunda modalidad Ana González ni siquiera rozaría el 10 %.
Sobre esta cifra, el exalcalde recalca que su intención no es hacer una competencia entre quién hizo más o quién hizo menos. No obstante, Crónica.Uno hace la comparación.
Un trabajo tibio
Victor Jara vive en la urbanización Mañongo en la avenida 1 y reportó que hace menos de un mes una cuadrilla pasó por las zona y cubrió más de 15 huecos.
“Muchos de ellos eran tan profundos que podías ver la tierra y vivían empozados además pasar de noche era una guillotina”. El equipo de Crónica.Uno llevaba más de cuatro meses monitoreando zonas con huecos, y comprobó lo dicho por Jara.
Carlos Llánez reside fuera de Venezuela y en los últimos tres años ha visitado Carabobo en dos oportunidades. Su familia vive a varias cuadras de Jara, en la urbanización Jardín Mañongo, y también confirmó que en su calle hace algún tiempo asfaltaron.
“La primera vez que vine me impresionó la cantidad de huecos que hay en Naguanagua. ¿Qué hace esa señora?.. Pasas por la redoma de Guaparo, hacia el lado de Valencia, y te das cuenta de que el alcalde Julio Fuenmayor, que también es chavista, está haciendo trabajos completos de asfaltado… ¿Por qué un alcalde trabaja más que el otro y más siendo del mismo gobierno?”.
Esta duda se le planteó meses atrás en entrevista al alcalde Fuenmayor:
No voy a hablar del trabajo de mis compañeros alcaldes, lo único que puedo decir es que yo sigo los canales regulares, el VenApp y el 1×10 y el presidente Maduro nos ha escuchado”.
Aunque las cuadrillas de Naguanagua pasaron por la calle 3 de Jardín Mañongo y el anillo 1, los trabajos parecen incompletos, ya hay huecos, crece la maleza en el asfalto y el trazado de calle no se completó.
Las calles cuentan su historia
Sin embargo, en el recorrido hecho por Naguanagua, Crónica.Uno encontró huecos en las calles de servicio de la avenida Universidad, avenida Salvador Feo La Cruz y la calle Pase Venezuela de la urbanización La Granja. Algunas de estas fallas se cubrieron durante los operativos de mayo realizados por la alcaldía, pero nuevamente se abrieron.
Isandra Villegas fue autoridad máxima en vialidad en Valencia durante el gobierno de Francisco “Paco” Cabrera y Miguel Cocchiola. Estuvo a cargo de la elaboración de los últimos trabajos de vialidad de envergadura en Carabobo.
De acuerdo con la exfuncionaria, una de las causas del deterioro de la vialidad es el alto tránsito.
En un estudio hecho por Villegas, para 2015 en el Área Metropolitana de Valencia, en donde se encuentra el municipio Naguanagua se realizaban 2,5 millones de viajes. Se entiende como viaje un recorrido de salida a destino. 62 % de estos viajes eran de transporte público, lo que equivalía a 1,6 millones de vehículos, 5 % a pie, 32 % vehículos particulares y taxis y solo 1 % en bicicletas y motos.
Villegas revela que en la actualidad ha habido un desplome en los viajes de hasta más de la mitad. Sin embargo, el tráfico sigue siendo una de las principales razones de deterioro.
A esto hay que sumarle el poco mantenimiento. Villegas opina, de acuerdo con su experiencia, que muchos trabajos se hacen con productos de mala calidad o reciclados.
Malos materiales y altos costos
Sobre este reciclaje, la ingeniero detalla que es la reutilización del asfalto fragmentado en los baches. Al no hacer pruebas de compactación se vuelve a asentar cuando pasan los vehículos de carga.
Aunado a esto, se empeora con el vaciado de asfalto nuevo sobre asfalto viejo, lo que se conoce como bicapa. Al no remover la capa base, los daños que esta sufra se reflejan en la capa nueva.
Así se pierde tiempo, recursos y dinero. Villegas aseguró que una tonelada de asfalto en boca de planta tiene un valor de $70.000. A esto se le agregan los costos de instalación, transporte, gastos administrativos, más impuestos. Serían unos $209.000 a lo largo de 1 kilómetro y 7 metros de ancho.
Eso equivale a una calle promedio, por lo que avenidas como Paseo Cabriales o Universidad sería una millonada.
Villegas agrega que habría que verificar si esos son los precios que usa el gobierno, sin embargo hace siete años el valor del asfalto oscilaba entre los 30.000 y 40.000 dólares. Sin embargo, los gastos hechos por el gobierno no se publican oficialmente.
Las vías carabobeñas, incluidas las de Naguanagua, datan en su mayoría de hace 60 años.
“Desde hace al menos 10 años que en Carabobo no se crea una nueva vía o se modifican las ya existentes para adecuarlas a las necesidades de los ciudadanos”.
Zigzaguear para no morir
Villegas recuerda que en sus tiempos a la cabeza del Induval se realizaban planes de mantenimiento y análisis de la vialidad.
“Para hacer reparaciones hay que diagnosticar, para saber cuál es el problema. Lo que se está haciendo desde la administración pública son bacheos rutinarios y no el trabajo preventivo. El pavimento es muy chismoso y él solito empieza a contarte todo, primero se agrieta y empieza a volverse en lo que denominamos piel de cocodrilo. Esas escamas se van separando hasta que crea el hueco”.
En la vialidad existen 19 tipos de fallas y Villegas precisa que cada una debe ser tratada de la forma precisa y el no hacerlo ha provocado que muchas vías estén “intransitables” califica la profesora de la UC.
“Donde está Baraki, en la avenida Universidad, hasta la redoma de Guaparo se ha ido desprendiendo el asfalto, ¿por qué? porque está fatigado, el producto pierde su capacidad de asfaltado y se desprende. Por fortuna tiene otra capa abajo porque es bicapa, pero eso molesta al conductor (…) que tiene que estar cambiándose de canal pudiendo causar un accidente”.
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