En las últimas semanas, se ha detectado la merma de circulación de gandolas de Pdvsa por la autopista Caracas-Litoral, lo que explicaría las actuales carencias de suministro, sobre todo en las estaciones de gasolina subsidiada. Las largas filas de vehículos desesperan a cientos de conductores.
La Guaira. Luego de más de un mes de la implementación de un nuevo sistema de cobranza de la gasolina subsidiada, a través del sistema patria, las fallas en el equipamiento de gasolina han sido cada vez más visibles en las estaciones de servicio del Litoral Central.
De acuerdo con las largas colas de vehículos en los últimos días, la intermitencia en el despacho de las gandolas provenientes del llenadero de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) de Guatire, en el estado Miranda, estaría afectando más a las estaciones de servicio de combustible subvencionado que a las que se cancela el litro de gasolina a precio internacional.
En la región, hay un total de 15 bombas surtidoras entre Carayaca (oeste) y Naiguatá (este), de las cuales 9 corresponden al esquema de pago subsidiado, mientras que las otras 6 dolarizadas, en la mayoría de los casos ofrecen el servicio sin mayores inconvenientes, aunque no muestran las filas de automóviles y motos como a principios de este año.
Es que pega en el bolsillo, porque no hay tantos verdes y por eso, ahora he vuelto a las colas de la gasolina barata. Ya he dormido dentro del carro, como el año pasado”, dijo Hermes Pocaterra, quien esperaba su turno en la bomba Soublette, en Maiquetía.
La avenida Carlos Soublette (principal arteria vial de este estado) separa a esta estación de servicio de otra, de pago dolarizado, que también atiende durante varios días de la semana a los vehículos de los entes públicos, organismos de seguridad y al sector salud.
“Es desesperante lo que se vive: Al igual muchas personas, he tenido que volver a las bombas subsidiadas, pero para este diciembre creo que habrá dos o tres más que se convertirán en dolarizadas”, acotó Pocaterra.
En febrero y marzo de este año, los conductores fueron sorprendidos cuando Pdvsa entregó la concesión de dos estaciones subsidiadas en Catia La Mar: la Aldo de la avenida El Ejército (al lado del llenadero de la estatal petrolera, inoperativo por estos días) y la Asis ubicada en la avenida La Atlántida.
En esta última, se acordó llenar los tanques de un centenar de vehículos y motos, la mitad con pago subvencionado y la otra mitad en la otra modalidad de 0,5 dólares americanos por litro.
Es un desastre lo que ocurre en esa bomba (Asis). Todo es un infierno, porque en las calles transversales los policías, que deben poner orden, dejan colear a los que les mojan la mano (soborno en divisas)”, comentó Indira Mayorca.
La mujer de 47 años de edad, enfermera suplente en el ambulatorio de La Guaira, refirió que la semana pasada sostuvo un altercado con una agente de la policía municipal de Vargas que “no respetó el orden de la cola y dio número a gente que estaba detrás de mi carro, que le habían pagado lo suyo en dólares”.
La escasez del carburante, que se extiende a importantes centros poblados como Catia La Mar, Maiquetía, Caraballeda y Naiguatá, predomina en cuentas de distintas redes sociales y también por la plataforma de mensajería de whatsaap. “Se acabó la fantasía y ahora nos chupamos la mandarina de las colas en La Guaira”, escribió el usuario @Lux97% en su cuenta de Instagram
Otros afectados recordaron que “no se ha hecho nada” en torno a la investigación anunciada a mediados de enero de este año por el fiscal general designado por la Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, que cuestionó la existencia de mafias en el suministro de gasolina en diferentes bombas del país.
Aunque el funcionario puso a disposición la línea telefónica institucional 0800-FISCA-00 (0800-34722-00) para que los ciudadanos denunciaran irregularidades con el combustible, en la sede del Ministerio Público en Catia La Mar, aseguraron que “nadie llama ya a ese número”.
Merma en la circulación de gandolas
En consonancia con la escasez del combustible en las bombas, se ha reportado también la merma de gandolas de Pdvsa que circulan por la autopista Caracas-La Guaira.
En la estación de servicio del citado corredor vial, uno de sus bomberos indicó que el abastecimiento de las gandolas se hace cuatro veces a la semana, lo que contrasta con la realidad de aprovisionamiento del resto de las bombas.
Sin embargo, reveló que la cantidad de clientes ha disminuido en cerca de 50%. Entre enero y marzo, atendía aproximadamente a 300 vehículos y motos en ocho horas de trabajo. En la actualidad, se ocupa de unos 150 automóviles en su jornada laboral.
Dependiendo de las circunstancias, en los fines de semana eso puede aumentar a 180 o 200 carros; siempre hay playeros, más pasajeros para el aeropuerto, más buses y gente que viene a La Guaira para distraerse”, puntualizó.
Las cuatro bombas de gasolina en los principales activos de la entidad federal (una en el puerto de La Guaira, dos en el aeropuerto internacional de Maiquetía y una en la autopista Caracas-La Guaira) funcionan bajo el esquema de dolarización.
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