85% de las industrias químicas manifiesta inconvenientes para surtirse de diésel

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El estudio de Asoquim también muestra que 72 % de las industrias químicas ha tenido inconvenientes para despachar sus productos debido a la escasez de diésel, mientras que 28 %, no. Desde el lunes, cada vez más gremios advierten que empeora la falta de ese combustible.

Caracas. La inestabilidad y poca producción de combustibles en las refinerías del país tiene en aprietos desde hace meses a las industrias y en general a la población, que desde marzo del año pasado vive largas esperas en las estaciones de servicio para llenar el tanque de sus vehículos. Desde el lunes cada vez más gremios alertan de que los inventarios –en este caso de diésel– son insuficientes para los próximos días.

Una encuesta elaborada esta semana por la Asociación Venezolana de la Industria Química y Petroquímica (Asoquim) reveló que 85 % de las industrias del sector manifiesta tener inconvenientes para abastecerse de gasoil. La muestra, compartida por Asoquim a Crónica.Uno, se levantó con 53 empresas.

En febrero la demanda interna de diésel se ubicaba en 48.000 barriles diarios. En enero de este año la producción en las refinerías de Pdvsa se ubicó en entre 31.000 y 37.000 barriles de petróleo diarios. El déficit interno ha generado que el gobierno busque apoyo de Irán, que desde junio de 2020 envía combustible y productos petroleros a Venezuela, pues las sanciones de Estados Unidos alejan a proveedores de otros países no sancionados.

El estudio de Asoquim también muestra que 72 % de las industrias químicas indica que ha tenido inconvenientes para despachar sus productos debido a la escasez de diésel, mientras que 28 % respondió que no. La mayoría de las mercancías se mueven en el país por vía terrestre, pero, además, los industriales requieren de estos combustibles para las plantas eléctricas y procesos que precisan calor.

En el sector de alimentos califican este período “como crítico”. Esta semana ya tenían reportes de transportistas que no podían atender la entrega de mercancías porque estaban en la cola para surtirse de combustible. Sin embargo, al 10 de marzo una fuente ligada a una industria de alimentos dijo que no habían tenido paralización de entregas y despachos. Entre las zonas más afectadas se encontraba Los Andes, donde los conductores debían reunir el combustible de varias unidades para unas muy pocas y abastecer las zonas aledañas.

El lunes el presidente de Asoquim, Álvaro Silva, explicó que en las últimas dos semanas la escasez se había vuelto más crítica. El gremio hizo un recorrido en el occidente del país y en todas las estaciones de servicios que podían surtir diésel se encontraron con largas colas de camiones de carga de todo tipo: agrícola, industrial, de gas licuado.

La encuesta reporta que 70 % de las empresas señala que tiene inconvenientes con los proveedores para la entrega de materias primas o insumos, 30 % respondió que no. En la pregunta de si la escasez afectó los procesos de producción o la generación eléctrica, 55 % dijo que sí y 45 % respondió que no.

Los transportistas pequeños son los que más sufren, aseguran los industriales, pues quienes tienen una flota 15 unidades al menos tenían la posibilidad de recibir gasoil a granel. “Los que tienen galpón venían recibiendo con regularidad el despacho de gasoil, pero estos últimos días no se ha dado y se están agotando los inventarios. Eso dará un vacío en la flota disponible”, dijo una persona con conocimiento del ramo.

En octubre las empresas también vivieron una situación similar por la falta de gas licuado del petróleo (GLP). En ese momento diversos gremios advirtieron que los inventarios en las fábricas eran insuficientes y que las operaciones estaban en riesgo.

“En cuanto al GLP ha habido una recuperación. Venimos de una escasez entre diciembre y principios de enero. Desde finales de enero se ha restablecido el suministro de GLP, ya pagado a tarifas internacionales. El despacho las últimas semanas ha sido recurrente”, dijo una fuente ligada al sector de alimentos, que prefirió mantener su nombre en reserva.

Las empresas usan GLP para máquinas como los montacargas. La fuente agregó que “pasaron de pagar una tarifa a precio regalado a valores internacionales, de $0,50 el litro” desde enero de este año. El gobierno mantiene el subsidio a los combustibles al sector transporte. No obstante, desde junio de 2020 el precio de la gasolina quedó en $0,50 el litro en estaciones dolarizadas y en Bs. 5000 en las subsidiadas, donde hay límites para los litros.

Servicios públicos no garantizados

Para las industrias los servicios energéticos no están garantizados. Ni siquiera en condiciones de restricción a la movilidad por la pandemia los combustibles satisfacen la demanda. El problema no es nuevo. En las fábricas han tenido que pedir permisos para abrir pozos debido a que el agua tampoco llega de forma regular. Otros han tenido que instalar sistemas eléctricos que dependen de gasoil; para algunas empresas de alimentos importar combustible no figura como una solución. 

“Nuestra razón de ser es manufacturar alimentos o bebidas, no comprar combustible en el extranjero; no tenemos el interés, ya de por sí como filosofía de empresa es que los servicios deben ser dados por un tercero. Hoy vemos que el agua, la electricidad la tenemos que buscar por nuestros propios medios. Creemos que aquí seguro hay muchas otras empresas interesadas en hacer esa importación y comercializar”, dijo una fuente del sector de alimentos.

Miembros del sector privado manifiestan desde el año pasado el interés de participar en el mercado de hidrocarburos. Algunos gremios como Consecomercio consideran que esto podría generar eficiencia en la venta de los combustibles.

Más gastos para las empresas

En el caso de algunas fábricas de alimentos 95 % de los transportistas son terceros que ya empiezan a incorporar en el presupuesto el incremento por lo que pagan en combustibles, pues para poder hacer los despachos algunos lo consiguen a precio subsidiado y otros –ante la escasez– deben recurrir a otros mercados. Las condiciones para acceder a combustible varía en las regiones, en algunas no hay y en otras los precios son elevados y superan los establecidos por Pdvsa.

Transporte de los empleados afectado

Otro problema generado por la escasez de combustible es el transporte de los trabajadores. Algunas empresas ofrecen ese servicio a sus empleados. La situación ha provocado inasistencia del personal o retraso, pues se ve afectada la movilización de los trabajadores que dependen del transporte público o del que ofrecen las empresas.

Hasta ahora el Ministerio de Petróleo o el representante de esa cartera no se han pronunciado sobre la crisis por diésel. Pero las colas en la capital y el interior empeoran con los días.

Foto: Tairy Gamboa


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